Mientras el Instituto Nacional de Salud del Reino Unido ha propuesto que cualquier
persona con diabetes tipo 2 diagnosticada en la última década y un IMC superior
a 30 se debe considerar para la cirugía, en nuestro España se sigue anclado en
el pasado, mirando a otro lado. En nuestro país la cirugía
está siendo aceptada por los profesionales; pero el sistema de salud no se está
haciendo responsable del gasto de las intervenciones. Es preferible dudar de la
cirugía o ponerse del lado de la oposición de los laboratorios farmacéuticas
que asumir un gasto inicial en intervenciones, aunque a largo plazo suponga un
ahorro. También hay que decir que la crisis está influyendo y retrasando este
proceso.
Según el profesor Mark
Baker, del Reino Unido. "La evidencia sugiere que personas que son obesas
y han sido diagnosticadas recientemente con diabetes tipo 2 pueden beneficiarse
de la cirugía de pérdida de peso. La cirugía mejora el control sobre su
diabetes y son menos propensos a tener una enfermedad relacionada con la
diabetes. En muchos casos la cirugía puede incluso revertir el diagnóstico. Ahora
el planteamiento es indicar la cirugía en diabéticos con un IMC de al menos 30".
Esto supondría operar entre 5.000 y 20.000 pacientes al año. De este modo, el sistema
de salud ofrecería cirugías de la diabetes para más de un millón de personas en
el Reino Unido. Cifras parecidas podrían barajarse en nuestro país cuando se
den los primeros pasos en la sanidad pública. La sanidad privada ya está operando
los pacientes que solicitan este tipo de intervenciones y están perfectamente
estudiados e indicados.
El ahorro en costes de
salud amortiza la cirugía en 3 años. Gran parte del dinero que se emplea en el
tratamiento de la diabetes se utiliza en sus complicaciones, como la ceguera,
accidentes cerebrovasculares, insuficiencia renal y amputaciones. La evidencia
demuestra que la cirugía bariátrica ayuda a los pacientes a controlar su
diabetes y, en muchos casos a resolver con eficacia la patología, eliminando
medicaciones, pruebas y tratamientos complementarios.
El Dr. Simon Heller de la
unidad académica de la diabetes, endocrinología y metabolismo en la Universidad
de Sheffield, Reino Unido, dijo a Medscape Medical News. "Esto es algo que
realmente, como sociedad, tenemos que pensar, y eso es igual para todos los
países del mundo." "Esta es
una situación muy difícil con todo tipo de intereses creados", dijo.
"La industria farmacéutica, por ejemplo, probablemente no quiere ver que
la cirugía se acepte ampliamente, debido a que los carísimos medicamentos [de
obesidad y diabetes] que han desarrollado son, sin duda, más caro que la
cirugía bariátrica."
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